Tras unos días vertiginosos en los que poco he podido pasar por aquí, y solo he podido hojear otros blogs que, todo hay que decirlo, tienen mi admiración por su intensidad y su valentía, volvemos a rumiar otro dossier instalado en el archivo de la mente , que al final se compone de pequeños expedientes acerca de pequeñas cosas de nosotros mismos.
El título está puesto a propósito, habíamos quedad en no esconder nada, ¿verdad?. Es un vocablo que, ciertamente, no solemos emplear ni nosotros mismos. Nos referimos genéricamente a BDSM la mayor parte de las veces, e incluso creo que a menudo trazamos círculos en torno a ella para evitarla , hablando de "sumisión" , "dominación", "amos y esclavos", y otros tantos giros.
El porqué de no emplear la palabra cuando nos referimos a nuestras relaciones, me ha llamado la atención en muchas ocasiones. En principio supongo que hay que achacarlo a esa discreción que parece tiene que presidir nuestras actividades...es relativamente fácil y humano llevar mas allá ese "pudor" inconscientemente y evitar referirse clara y llanamente a sadismo y masoquismo, que tienen, sobre todo la primera, un cierto componente instalado en nuestras meninges de enfermedad, de desviación, cuando no de conducta delictiva ( un violador, un torturador, un maltratador, un asesino, en la inmensa mayoría de las veces es catalogado a secas como "sádico". Para mi son delincuentes, asesinos o maltratadores. Punto ). Que daño hicieron los psiquiatras de final de siglo diecinueve al hablar de desviaciones, mucho mas correcto el término actual de parafilias, creo, aunque siga sin estar de acuerdo con la distinción entre comportamientos sexuales anómalos o no. Los comportamientos sexuales para mi son ,todos ,naturales.
Respecto al segundo término es clara la cantidad de veces que se emplea la palabra "masoquista" de forma peyorativa (aplicado a personas que meten la pata en la vida por unas u otras causas y que muchos relativizan en sus pensamientos : "Este es un masoquista. Disfruta con que le hagan putadas, y ademas es gilipollas por permitirlo"), e incluso de forma despreciativa ( el vocablo masoca) , empleado con preocupante asiduidad por , curioso , curioso ciertos individuos de ambos géneros que creen ser mucho mas amos por confundir humillación con insultos - ya hablaremos de lo que yo llamo amitos machitos o amitas bordes- como vocablo para emplear a discreción con sumisas y sumisos en un ejercicio de autoridad que , en el fondo es patética (¿ necesitas de verdad insultar a tu sumisa o sumiso para ejercer la dominación o la humillación ? ¿Necesitas tildar a una persona que te da su confianza ciega, o está en el camino, de lindezas como cerda, puta, sucio, maricón. mierda o masoca para demostrar tu autoridad?. En fin, como digo tendremos ocasión de reflexionar también sobre esto).
Pero , es verdad. Al menos según la definición somos sádicos y masoquistas en esencia , justo desde que nuestros queridos psicólogos definieron esos comportamientos con la ayuda de esos términos. Honradamente pienso que asumirlo es el primer peldaño para modificar esa imagen tan alejada de la realidad que nos rodea. Quizá incluso un dia podamos cambiar esas denominaciones, hoy peyorativas, por , me conformo con eso, simples etiquetas.
Quizá no lo vea yo. Pero me gustaría aportar mi granito de arena para que algun día así sea.
La foto es del maestro de maestros, Helmut Newton: "Hotel Room"